sábado, 4 de mayo de 2013

Galaxias

 Fundamentalmente, existen tres tipos de galaxias: espirales, elípticas e irregulares. Esta clasificación se basa en la forma que podemos ver de las galaxias y el primero que las clasificó de esta manera fue Edwin Hubble. El proble de esta clasificación es que existen muchos casos intermedios y hay muchas galaxias de las que no se puede apreciar su forma, por lo que los astrónomos suelen utilizar otros criterios, como su composición o el tipo de radiación predominante que emiten.
Usemos sin embargo el criterio de Hubble. Las galaxias espirales son aquellas que tienen al menos dos brazos más o menos bien definidos que se enrollan en torno al centro de la galaxia. No siempre es posible distinguir cuántos brazos tiene una galaxia, bien porque vemos la galaxia de canto o porque los brazos están muy descompuestos. Hay varias teorías que tratan de explicar qué mecanismo hace que surjan estos brazos en espiral, pero aún no está muy claro. ALgunas de elas puede tener una barra en el centro, en mitad del núcleo galáctico, del que saldrían los brazos.
Las galaxias elípticas no tienen brazos, y se trata de galaxias con forma de melón, sin rasgos visibles característicos. Suelen ser galaxias de color amarillento, con muy poca formación estelar.
Por último, las galaxias irregulares son aquella que no se pueden englobar en ninguno de los casos anteriores. Parecen nubes enormes, coloreadas y filamentosas, y se piensa que podrían ser una especie de galaxias destruidas por la influencia gravitatoria de alguna otra galaxia que pasó cerca de ellas en algún momento.
En un principio, se pensó que existía una secuencia temporal entre los diversos tipos: las galaxias irregulares, al colapsar, se convertirían en elípticas y estas en espirales, por rotación. Pero actualmente se cree que la diferenciación se debe a diferentes procesos de formación.


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